Teniendo el hombre en la mano un pedazo de cristal, siente por el tacto que
esta piedra es fría y dura, y así percibe unas simples formas; y en tanto que el entendimiento considera que éstas no pueden existir sin sustancia, percibe las simples sustancias, en que están sustentadas estas accidentales formas, esto es, la frialdad en el agua y al dureza en la tierra, en lo que conoce que están allí el agua y la tierra y en la diafanidad de la misma piedra, que está allí el aire, y en la lucidez, que está allí también el fuego, por ser cualidades propias e inseparable de estos elementos.
Ramón Llul . El Libro Del Ascenso Y Descenso Del Entendimiento .