¿Pero hay entre todas las naciones alguna que lleve en sí más que los de-
más hombres el nombre de este Dios supremo? ¿Hay otro hombre, que no sea el hombre nuevo, que pueda ser capaz de manifestar la gloria y las ventajas propias de este poderoso privilegio? En él es en quien debemos aprender a admirar su carácter maravilloso. Efectivamente, no tendremos miedo a per- dernos si leemos, en este hombre nuevo, la marcha que ha seguido el propio pueblo hebreo bajo los ojos de la suprema sabiduría que lo ha arrancado de las manos de sus enemigos con prodigios y signos tan extraordinarios.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .