Pero ya ven, cuando oímos hablar de vivir sin esfuerzo, deseamos ser así, queremos alcanzar

un estado en el cual no tendremos lucha ni conflicto; de modo que hacemos de eso nuestra meta, nuestro ideal y nos esforzamos por lograrlo; y tan pronto hacemos esto, hemos perdido la alegría de vivir. Estamos nuevamente atrapados en el esfuerzo, en la lucha. El objeto de la lucha varía, pero toda lucha es esencialmente lo mismo. Uno puede luchar para producir reformas sociales, o para encontrar a Dios, o para crear una relación mejor entre uno mismo y su esposa o marido, o con su vecino; uno puede sentarse a la orilla del Ganges, adorar a los pies de algún gurú, etcétera. Todo esto es esfuerzo, lucha. Lo importante, pues, no es el objeto de la lucha, sino comprender la lucha misma.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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