Así ocurre con la Verdad. Ha de cambiar y alterarse incesantemente vuestra visión. Cuando tengáis

el anhelo, la capacidad de henchiros de Su genio, de Su fuerza, de Su nobleza, entonces llegaréis a ser nobles y aprenderéis a reflejar Su divina originalidad. En Él están todas las fuentes de originalidad, todas las fuentes de belleza, todas las fuentes de creación; y todo intento de ser original, bello y creador valdrá muy poco si no sabemos ni podemos ponernos en contacto con la fuente de las cosas. Aunque tengáis verdeantes campos y luminosos cielos y apacible sosiego, debéis colocar en vuestro corazón esta esculpida imagen que habéis creado con vuestra mente y con vuestras propias manos.

Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .

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