Así pues, el hombre nuevo va a ser empujado al desierto por este espíritu de
humildad, de justicia y de valor, y allí, con la luz que acaba de recibir, va a recorrer las soledades más profundas de su ser y no descansará ni de día ni de noche hasta que haya eliminado todas las inmundicias, todos los malhechores y todos los animales nocivos.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .