Ambos tienen polaridades positivas y negativas. Si la mujer deja que su pasividad se vuelva

negativa, creará letargo. Es por eso por lo que las mujeres no han creado mucho en el mundo, o muy poco: no encuentras grandes mujeres pintoras y poetas y científicas. Y no es solamente porque el hombre no se lo ha permitido. Incluso si llega la libertad —que está llegando— y la mujer se libera, este letargo forma parte de su ser. No está muy interesada en hacer, su interés está más en ser. Y este interés puede ser también una gran bendición, o una maldición; depende. Si esta relajación se vuelve meditativa, si este sosiego se convierte realmente en satisfacción con la existencia, en armonía con la existencia, será una bendición. Pero generalmente, de cada cien, en noventa y nueve casos se convierte en letargo. No sabemos usar nuestras bendiciones. Entonces las bendiciones se vuelven amargas y resultan ser maldiciones.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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