Entonces él también murió. Su sucesor... y el pueblo se encontró de nuevo en dificultades,

de modo que acudieron a él. Estaba sentado en su sillón. Dijo, "No quiero ir a ningún sitio. Escucha, Tú estás en todas partes. Desconozco la oración, desconozco el ritual, pero eso no importa; el que lo conozca carece de importancia. Tú lo sabes todo. ¿Qué utilidad tiene la plegaria y qué utilidad tiene el ritual y por qué emplear un determinado lugar sagrado? Solamente conozco la historia de mis antecesores. Te contaré la historia, ésta que sucedió en tiempos de Baal Shem, luego con su sucesor, luego con su otro sucesor; ésta es la historia. Ahora haz lo que tengas que hacer; esto es suficiente". Y la desgracia desapareció. Se dice que a Dios le gustaba mucho esa historia.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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