En el Kathopanishada, el Espíritu divino (Purusha) es preexistente a la substancia primordial
con la que se une para engendrar el Mahâ-Atmâ o Brahmâ, es decir, el Espíritu de vida (27), el Anima Mundi, equivalente a la Luz Astral de los teurgos y cabalistas.
H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .