Cada vez que tú usas el «YO SOY», pones la pura energía en Dios en
movimiento, sin color ni tinte de concepto humano. Es la única forma de mantener la pura energía de Dios incontaminada por calificaciones humanas. Enormes resultados se logran en corto tiempo por medio del uso de las afirmaciones siguientes: «YO SOY LA PURA INSPIRACIÓN; YO SOY LA LUZ PURA. EN ACCIÓN AQUÍ» (visualiza esto en y a través del cuerpo en el propio momento); «YO SOY LA PURA REVELACIÓN DE TODO LO QUE YO QUIERO SABER». Mantén para siempre dentro de ti las riendas del poder. La gente teme abrazar el Gran Poder de Dios y dejarlo obrar. ¿Y qué puede haber en Dios que te dé temor? Tienes que reclamar o apropiarte lo que tú desees. Di: «YO SOY AHORA EL SER ASCENDIDO QUE DESEO SER». Esto te envuelve in- mediatamente en la Presencia Ascendente. «YO SOY LA ETERNA LIBERACIÓN DE TODA IMPERFECCIÓN HUMANA». Esto realiza quien es «YO SOY». «YO SOY ACEPTO AHORA MI PERFECCIÓN COMPLETA Y TERMINADA YA». Usa las explicaciones de las afirmaciones para tu propia comprensión, pues la conciencia carnal es un Santo Tomás, incrédulo y criticón. No lo dejes dudar. Di: «ESTE CUERPO MÍO ES EL TEMPLO DE DIOS VIVIENTE Y ES ASCENDIDO AHORA». Las instrucciones generalmente son para que el estudiante se compruebe la Ley a sí mismo. Di a menudo: «YO SOY EL PODER QUE GOBIERNA ESTA ACTIVIDAD Y, POR CONSIGUIEN- TE, SIEMPRE ES NORMAL». En todo el Universo no hay un individuo que pueda reconocer el «YO SOY» ajeno para ninguna otra persona. Uno puede dirigirse al «YO SOY» colectivo y, por supuesto, porque en ese «YO SOY» entra uno también, pero no es lo mismo cuando se trata del «YO SOY» individual. Cada paso alcanzado por ti en el reconocimiento de que eres, es una adquisición permanente y no se puede retrogradar.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .