La evolución de la humanidad en el globo D, nuestra Tierra, ofrece de manera muy
señalada esta constante diferencia septenaria de que tan frecuentemente hemos hablado. Siete razas de hombres se habían ya mostrado en la tercera ronda, y en la cuarta, estas divisiones fundamentales llegaron a ser clarísimas en el globo C, donde evolucionaron siete razas, con sus sub-razas. En el globo D, la humanidad comienza por una Primera Raza –ordinariamente llamada Raza-Raíz—, que apareció en siete puntos diferentes: “Eran siete, cada uno en su lote”. (La Doctrina Secreta, Vol. II. —Libro de Dzyan, 13). Estos siete tipos, que aparecen simultáneamente y no sucesivamente, constituyeron la primer raza raíz, y cada raza raíz tienen a su vez siete subdivisiones o sub-razas. De la primera raza raíz (criaturas gelatinosas amorfas), evolucionó la segunda raza madre, cuyas formas tuvieron consistencia más definida; de ésta procedió la tercera, formada por criaturas simiescas que luego fueron hombres de formas pesadas y gigantescas. Hacia el promedio de la evolución de esta tercer raza raíz (llamada lemuriana), vinieron a la tierra Seres pertenecientes a otra cadena planetaria, la de Venus, mucho más avanzada en su evolución.
Annie Besant . La sabiduría antigua .