Los gobiernos deben existir en tanto el hombre no sea luz para sí mismo, en
tanto no viva su vida cotidiana con orden, con atención, trabajando, observando, aprendiendo diligentemente. Prefiere más bien que le digan lo que debe hacer. Y se lo han dicho desde la antigüedad los sacerdotes, los gurús, y él acepta sus órdenes, sus peculiares disciplinas destructivas como si ellos fueran dioses en esta tierra, como si ellos conocieran todas las implicaciones de esta vida tan extraordinariamente compleja.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .