La propia alabanza, discípulo, es a manera de una torre elevada, a la
cual ha subido un loco presuntuoso, que permanece allí en orgullosa soledad e inadvertido de todos, excepto de él mismo.
H.P. Blavatsky . La voz del silencio .
cual ha subido un loco presuntuoso, que permanece allí en orgullosa soledad e inadvertido de todos, excepto de él mismo.
H.P. Blavatsky . La voz del silencio .