El que tiene una piedra cristalina en la mano percibe por el tacto su frialdad
y dureza, que son sus accidentes, los que conoce el entendimiento que se distinguen en especie, y porque le es notorio que los accidentes no existen sin la sustancia, entiende que la piedra es una sustancia en que los accidentes se sustentan, y por ello pasa a conocer también que en la piedra hay más de una sustancia, pues distinguiéndose en ella la frialdad y al dureza, y pronunciando el afato que la frialdad es propia pasión del agua y su accidente inseparable, y que la dureza es propia pasión de la tierra y su accidente inseparable, es preciso que en la piedra existan el agua y la tierra; y por medio de la vista alcanza también que existen en la misma piedra el aire y el fuego, pues la diafanidad que ésta ve en el cristal es propia pasión del aire, y la lucidez que hay en el mismo lo es del fuego, y así por medio de la vista conoce el entendimiento existir en el cristal los elementos de fuego y aire, y por medio del tacto los de agua y tierra.
Ramón Llul . El Libro Del Ascenso Y Descenso Del Entendimiento .