Si abres los ojos y buscas el cuerpo, no lo encuentras en ninguna parte. Esto
se llama «En la habitación vacía crece la luz». Dentro y fuera, todo es igualmente luz. Ese es un signo muy favorable. Estas cosas hay que comprenderlas, porque te van a suceder a ti también, y comprenderlas te ayudará; de otra forma, un día abres los ojos y no encuentras ahí tu cuerpo. Puedes volverte loco. Desde luego, te parecerá que algo ha ido mal: estás muerto o loco, ¿y qué le ha sucedido al cuerpo? Pero si comprendes estos sutras, te lo recordarán en el momento apropiado. Por eso hablo de tantas escrituras: para que tomes consciencia de todo lo que es posible, para que cuando te suceda a ti no te quedes desconcertado. Lo sabes, lo comprendes. Ya tienes mapas; puedes entender dónde estás y puedes relajarte en ese entendimiento. O, cuando te sientas a meditar, el cuerpo carnoso se vuelve muy brillante, como la seda o el jade. Parece difícil permanecer sentado: te sientes como si tirasen de ti hacia arriba. Esto se llama «El espíritu vuelve y toca el cielo». Con el tiempo, puedes experimentarlo de tal manera que realmente flotas hacia arriba.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .