Este hijo nuevo que te ha nacido va a seguir su curso. Ha descendido a
tus abismos, ha vuelto a manifestarse en su ser aparente y ahora ha llegado el momento de que suba con su padre, para enviarte el don que se te ha prometido, por medio del cual podrás instruir a todos los pueblos que hay en ti y bautizarlos en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo y enseñarles a observar todas las cosas que se te han ordenado. Por eso es por lo que no saldrás de tu propia Jerusalén, si no estás revestida de la fuerza de arriba y no ha venido el consolador a llenarte de la fuerza Divina, lo mismo que has podido llenarte de la fuerza espiritual con todas las operaciones precedentes, para que estés segura de que este hijo que te ha nacido y se ha inmolado por ti. estará siempre contigo hasta la consumación de los siglos.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .