Todos los enredos han desaparecido sin dejar huella. Y entonces te sorprenderás: todos esos deseos

que has estado tratando de desechar y que eras incapaz de desechar han desaparecido por sí mismos. Todos los enredos, todas las ocupaciones de la mente, todos esos pensamientos, todo ese tráfico de la mente ya no está ahí. Te sorprenderás: ¿adónde se ha ido toda esa gente? Estabas esforzándote mucho, y ni siquiera un solo pensamiento puede ser forzado a quedarse fuera cuando lo intentas. Puedes hacerlo: si quieres echar un solo pensamiento, fracasarás absolutamente. No podrás echarlo. Cuanto más lo eches, más volverá a entrar, más rebotará hacia dentro. Simplemente siéntate en silencio e intenta no pensar en un burro, y verás —es un simple experimento— que empezarán a aparecer no uno, sino muchos burros, y te harán muecas. Y cuanto más los apartes, más llamarán a tus puertas, y dirán: «Queremos entrar.» Y los burros no son muy educados: puede que ni siquiera pregunten, puede que simplemente entren de un salto... Estarás rodeado de burros y más burros. Cuanto más intentes olvidarte de ellos, más estarán allí, porque tratar de olvidar algo no es otra cosa que recordarlo. Es otra manera de recordar. No puedes olvidar haciendo esfuerzos.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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