Todos sois demasiado estrechamente individualistas, tenéis vuestro Dios particular, vuestro particular deleite, vuestro particular modo

de pensar, hablar, y expresaros. Seguir no significa que hayáis de aceptar ciegamente, sino que habéis de mantener los ojos abiertos y limpio vuestro corazón, libres de todo prejuicio y de toda idea preconcebida para ser así capaces de sumergiros en lo Eterno. Este es el único modo en que podéis seguir, la única manera en que podéis crear. Si vivís en la Eternidad, en esta estupenda altura, llegaréis a ser genios, llegaréis a ser lo que cada cual anhele ser, y entonces seréis felices.

Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .

Índice