Comprende sin embargo, a decir verdad, condiciones de sufrimiento, temporales y purificadoras, efectos de causa

que ha realizado el hombre durante su vida terrestre. Son así tan naturales y tan inevitables como las consecuencias de nuestras derrotas en el mundo, porque vivimos en un universo regido por leyes, según las cuales, todo germen debe fructificar según su especie. La muerte en nada cambia la naturaleza mental y moral del hombre, y el cambio de estado al pasar de un mundo a otro destruye su cuerpo físico pero deja al hombre tal cual era.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

Índice