Si tu relación con tu mujer está cambiando, no lo impidas. Permítelo, deja que siga

su propio curso. Incluso si os tenéis que separar, no te preocupes. Esa mente que se aferra te mantendrá desdichado. ¡Si está cambiando, está cambiando! Disfruta el cambio, disfruta lo nuevo. Recibe lo nuevo, dale la bienvenida. Y pronto verás que si eres capaz de recibir lo nuevo sin ningún aspaviento acerca de lo viejo, tu vida empezará a tener elegancia, gracia, gentileza. Te volverás como una suave flor. Ése es el momento en que el buscador empieza a bailar. Ése es el momento en que comienza la celebración. Y recuerda: las marsopas y los chimpancés pueden jugar; solo el hombre celebra. La celebración es absolutamente humana. Has oído muchas definiciones: unos dicen que el hombre es un animal racional y otros dicen otra cosa. Yo digo: el hombre es el animal que celebra. En eso es en lo que se diferencia de todos los demás animales. ¿Pero cómo vas a poder celebrar si te estás aferrando a lo viejo? Entonces vives en una tumba, porque vives en el pasado, vives en lo muerto, y no permites que te llegue la vida. Es como si un rosal se hubiera vuelto adicto a las viejas rosas que están muertas, secas, y siguiera recogiendo esos pétalos que han caído..., y tuviera miedo de tener nuevos capullos y nuevas flores, y le tuviera miedo a la primavera.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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