Un grupo de mitos de algunas tribus aborígenes de la India central nos cuentan la

historia de los forjadores asur, que, según los bishor, fueron los primeros en fundir el hierro en toda la Tierra. Pero el humo de sus hornos molestaba al Ser Supremo, Sing-bonga, que envió pájaros mensajeros para exhortarles a que cesaran en los trabajos. Los asur respondieron que la metalurgia era su ocupación favorita y mutilaron a los mensajeros. Entonces el propio Sing-bonga descendió a la Tierra, se acercó a los asur sin que éstos le reconocieran y, habiéndoles persuadido para que entraran en los hornos, les abrasó. Como consecuencia de ello sus viudas se convirtieron en espíritus de la Naturaleza.

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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