Todo el mundo piensa lo mismo. En el fondo, todo el mundo sabe que es

especial. Es una broma que Dios les gasta a los seres humanos. Cuando crea a una persona y la trae a la tierra, le susurra al oído: «Eres especial. Eres incomparable, única». Pero lo hace con todo el mundo, y en el fondo todo el mundo se lo cree, aunque la gente no lo dice con tanta claridad como tú, por miedo a que los demás se sientan ofendidos. Y como nadie va a quedar convencido, ¿qué sentido tiene decirlo? Si le dices a alguien: «Soy especial», no lo convencerás porque sabe que él es especial. ¿Cómo convencerlo? Sí, quizá alguien quede convencido, o al menos finja estarlo. Si trabaja en algo contigo, quizá te diga para hacerte la pelota: «Sí, eres especial, eres fantástico», pero en el fondo sabe que el negocio es el negocio.

Osho . El libro del ego .

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