Cuando el Pensador ha consumido, en su cuerpo mental, todos los frutos de su vida
terrestre debidos a la actividad de ese cuerpo, lo abandona para vivir sin trabas en su propia residencia. Todas las facultades mentales que encontraban expresión en los niveles inferiores del plano mental se retraen al interior del cuerpo causal, de la misma manera que los gérmenes de la vida pasional se absorbieron en el cuerpo mental cuando este abandonó él cascaron astral a su disolución en el Kamaloka.
Annie Besant . La sabiduría antigua .