Es obvio que todo pensar está condicionado; no hay tal cosa como el libre pensar.

El pensar jamás puede ser libre, es el resultado de nuestro condicionamiento, de nuestra cultura, de nuestro clima, de nuestro trasfondo social, económico y político. Los libros mismos que leemos y las prácticas mismas que realizamos, todo eso se halla establecido en el trasfondo, y cualquier pensar debe, por fuerza, ser el resultado de ese trasfondo. Por lo tanto, si podemos estar alerta, tal vez seamos capaces de liberar a la mente de su condicionamiento, sin que intervenga el proceso de la voluntad, sin la determinación de liberar a la mente. Porque en el momento en que hay una determinación, hay una entidad que desea, una entidad que dice: «Debo librar a mi mente de su condicionamiento». Esa entidad misma es consecuencia de nuestro deseo de lograr cierto resultado, de modo que ya hay allí un conflicto. Por tanto, ¿es posible estar alerta a nuestro condicionamiento, simplemente estar alerta? En eso no hay conflicto en absoluto. Esa misma percepción alerta, si se lo permitimos, quizá pueda disipar los problemas.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

Índice