Cada Mónada encarna así continuamente en formas y almacena dentro de sí, como poderes despiertos,

todos los resultados obtenidos en las formas que ha animado. Podemos considerar estas Mónadas como las almas de grupo de formas, y a medida que prosigue la evolución, estas formas muestran cada vez más atributos, siendo éstos los poderes del alma monádica del grupo, manifestados por medio de las formas en que se encarna.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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