Algunos europeos han comenzado por sí mismos a descubrir algo de este género concretamente por

el estudio que han hecho de los poemas de Dante, pero sin llegar a la comprensión perfecta de su verdadera naturaleza. Hace algunos años, un orientalista español, don Miguel Asin Palacios, ha escrito una obra sobre las influencias musulmanas en la obra de Dante y ha demostrado que mucho de los símbolos y de las expresiones empleadas por el poeta, lo habían sido antes de él por esoteristas musulmanas y en particular por Sidi Mohyiddin-ibn-Arabi. Desafortunadamente, las precisiones de este erudito no han mostrado la importancia de los símbolos puestos en obra. Un escritor italiano, muerto recientemente, Luigi Valli, ha estudiado un poco más profundamente la obra de Dante y ha concluido que no ha sido el único en emplear los procedimientos simbólicos utilizados en la poesía esotérica persa y árabe; en el país de Dante y entre sus contemporáneos, todos estos poetas eran miembros de una organización de carácter secreto denominada «Fieles de Amor» de la cual Dante mismo era uno de los jefes. Pero cuando Luigi Valli ha intentado penetrar el sentido de su «lenguaje secreto», le ha sido imposible a él también reconocer el verdadero carácter de aquella organización o de las demás de la misma naturaleza constituidas en Europa en la Edad Media . La verdad es que ciertas personalidades desconocidas se encontraban detrás de estas asociaciones y las inspiraban; eran conocidos bajo diferentes nombres, de los cuales el más importante era el de «Hermanos de la Rosa-Cruz». Éstos no poseían en punto ninguno, por otra parte, reglas escritas y no constituían una sociedad, tampoco tenían reuniones determinadas, y todo lo que puede decirse de ellos es que habían alcanzado un cierto estado espiritual que nos autoriza a llamarles «sufis» europeos, o al menos çawwufîn llegados a un alto grado en esta jerarquía. Se dice también que estos «Hermanos de la Rosa-Cruz» que se servían como «cobertura» de estas corporaciones que hemos cuestionado, enseñaban la alquimia y otras ciencias idénticas a las que estaban entonces en plena floración en el mundo del islam. Ciertamente, formaban un eslabón de la cadena que ligaba oriente y occidente y establecían un contacto permanente con los sufis musulmanes, contacto simbolizado por los viajes atribuidos a su fundador legendario.

Ariza Francisco . Apercepciones sobre el esoterismo islámico y el Taoísmo .

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