Esto es lo que les ha sucedido a los seguidores del yoga: no pueden jugar,
no pueden regocijarse con nada, no pueden participar en la celebración... porque no pueden relajarse. Y el tantra por sí solo crea el caos. El tantra por sí solo te hace muy, muy egoísta. No te importa nadie. Te olvidas de que formas parte de un gran todo, de que eres miembro de una sociedad, de que formas parte de la existencia y de que estás comprometido con esta existencia; sin ella no estarías en ninguna parte: tienes que satisfacer algunas exigencias por parte de la existencia, por parte de la sociedad. Si te vuelves absolutamente caótico, entonces no puedes existir. Entonces nadie puede existir. De manera que tiene que haber un gran entendimiento entre el caos y lo mecánico, y exactamente en el medio hay un punto en el que me gustaría que estuvieran mis sannyasins: exactamente en el medio, capaces de ir a los dos extremos cuando es necesario, y siempre capaces de alejarse de ahí. Enseño esta fluidez, enseño esta liquidez. No enseño patrones de vida fijos, gestalts muertas. Enseño síntesis vitales crecientes, patrones crecientes, gestalts crecientes, y siempre capaces de comprender al otro, al opuesto. Entonces la vida es hermosa. Y uno solo puede conocer la verdad cuando uno ha sido capaz de transformar los opuestos en complementarios. Solo entonces es simétrica tu vida. Hay equilibrio: lo positivo y lo negativo están igualmente equilibrados. En ese equilibrio hay transcendencia. En ese equilibrio conoces el más allá, te abres al más allá: florece la Flor Dorada.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .