En el sistema que Crowley da en su libro correspondencias 777, asigna los dioses tanto

a los Senderos como a los Sephiroth. Según nuestra opinión, esta asignación es errada y lleva a muchas confusiones. La razón de esta afirmación estriba en que los Sephiroth representan fuerzas naturales, pues los Senderos son estados de conciencia, siendo los Sephiroth objetivos, en tanto que los Senderos son subjetivos. Por esta razón, el jeroglífico del Arbol que usan los iniciados tiene los Sephiroth representados por una escala de color, y los Senderos por otra. Los que poseen conocimiento de ese jeroglífico sabrán a que nos referimos. En nuestra opinión, los Senderos deben considerarse solamente como bajo la presidencia directa de los Nombres Sagrados que gobiernan las atribuciones sephiróthicas, y no debe confundírselos con otros panteones porque, aunque podamos recurrir a otros sistemas con fines de iluminación intelectual, no es aconsejable mezclar los sistemas de trabajo práctico para desarrollar la conciencia. Por ejemplo: según el Sepher Yetzirah, el décimoseptimo Sendero entre Tiphareth y Binah correspondería al elemento Aire. Por tanto, es muchísimo más sensato operar con los ritos del elemento Aire y los Nombres Sagrados correspondientes al mismo, utilizando el Tatwa apropiado, que introducir elementos de confusión al utilizar deidades tales como Cástor y Pólux, Janos, Apolo, Merti y otros incompatibles cual las asignaciones de Crowley, cuyas correspondencias son un verdadero laberinto de asociaciones. Los Sephiroth deben ser interpretados macrocósmicamente, y los Senderos microcósmicamente. Es así como encontramos la clase del Arbol, tanto en el ser humano como en la Naturaleza.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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