Es preciso que saquemos este arca santa de esas manos criminales que la ultrajan; es
preciso que crucemos con ella los desiertos, en medio de los pueblos armados para atacarnos, y la conservemos en nuestro poder. Es preciso que la sintamos salir de debajo de los escombros que la sepultan y pasar a través del hombre viejo, haciéndole gritar de dolor, hasta que lo haya superado y se haya puesto de nuevo a flote por encima de él.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .