Es el pensamiento el que está inventando todas estas organizaciones, no sólo las democráticas o
las totalitarias; el pensamiento también percibe, advierte, que lo que ha creado no ha cambiado básicamente la estructura, la naturaleza del propio ser. Las instituciones, las organizaciones y todas las religiones son creadas por el pensamiento, por el agudo, ingenioso, erudito pensamiento. Aquello que el pensamiento ha creado, producido, da forma a su propio pensar. Y si uno es serio, intenso en su investigación, se pregunta: ¿Por que el pensamiento no se ha dado cuenta de su propia actividad? ¿Puede el pensamiento percibir su propio movimiento? ¿Puede el pensamiento verse a sí mismo, ver lo que está haciendo, tanto en lo externo como en lo interno? En realidad no existe lo externo y lo interno lo interno crea lo externo, y lo externo moldea entonces lo interno. Este flujo y reflujo de acción y reacción es el movimiento del pensar, y el pensamiento está siempre tratando de conquistar lo externo, y consigue su propósito originando con ello múltiples problemas; al resolver un problema, aparecen otros problemas. El pensamiento también ha dado forma a lo interno, moldeándolo de acuerdo con las exigencias externas. Este proceso, aparentemente inacabable, ha creado esta sociedad, fea, cruel, inmoral y violenta. Y habiéndola creado, lo interno se esclaviza a ella. Lo externo moldea lo interno y lo interno moldea lo externo. Este proceso ha estado ocurriendo por miles y miles de años, y el pensamiento no parece darse cuenta de su propia actividad. De modo que uno se pregunta: ¿Puede el pensamiento percibirse de algún modo a sí mismo darse cuenta de lo que está haciendo? No existe un pensador aparte del pensamiento; el pensamiento ha creado al pensador, al experimentador, al analizador. El pensador, el ‘uno’ que está observando, que actúa, es el pasado con toda la herencia del hombre, la herencia biológica, genética las tradiciones, los hábitos y todo el conocimiento acumulado. Después de todo, el pasado es conocimiento, y el pensador no está separado del pasado. El pensamiento crea el pasado, el pensamiento es el pasado; entonces el pensamiento se divide en el pensador y el pensamiento al cual el pensador debe moldear, controlar. Pero ésa es una idea falsa; sólo existe el pensamiento. El sí mismo es el ‘yo’, el pasado. La imaginación puede proyectar el futuro, pero ésa sigue siendo la actividad del pensamiento.
Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .