Hombre nuevo, hombre nuevo, ven a disipar estas nubes sombrías. Te hemos visto hace un

momento explicar el nombre del padre, explicar el nombre del hijo, explicar el nombre del espíritu, es decir, desarrollar activamente todas las maravillas que se encierran en estos ricos tesoros. ¿Por qué razón nos has explicado y desarrollado todos estos tesoros? Es que estos tesoros se han explicado o desarrollado ellos mismos sobre ti; es que han hecho que brille sobre tu cabeza el signo deslumbrante de su luz y han abrasado con su fuego todo tu ser; es que han explicado y desarrollado el germen sagrado que te constituye y han dado voz a esta piedra angular que hay en ti y sobre la cual el eterno Dios de los seres ha prometido fundar su iglesia; es que han devuelto la voz a todo lo que te compone, para que todo lo que te compone pueda celebrar la gloria del Señor, a imagen de la criatura universal que, en cada uno de sus movimientos, en cada uno de los actos de su existencia, manifiesta el poder y la gloriosa dominación del soberano eterno de los seres.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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