CUANDO dije: «YO SOY la puerta abierta que ningún hombre puede cerrar», quise hacerle com-

prender a la humanidad que me refería al «Gran YO SOY», que es la Vida de cada individuo manifestada en la forma. No deseé comunicar que el Jesús personal era el único a quien este gran privilegio había sido conferido. Cada uno de ustedes, amados hijos del Padre Único, tiene la misma Presencia Poderosa dentro de sí mismo, el «Gran YO SOY» que Yo tengo y que tenía en ese tiempo, por el cual alcancé la Victoria Eterna y Final.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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