La cuarta ronda, ronda central o intermedia de las siete que constituyen el manvantara terrestre,
es muy distintamente humana, como sus precursoras fueron respectivamente animales, vegetales y minerales. Está caracterizada por apartar al globo A las formas arquetipos de la humanidad. Todas las posibilidades de la forma humana se manifiestan en los arquetipos de la cuarta ronda; pero su realización completa se efectuará en la séptima. La “Tierra” es el “elemento” de esta cuarta ronda, la más densa y material. Puede decirse que los Pitris solares de la primera categoría se ponen, en cierto modo, alrededor del globo D durante sus periodos primitivos de actividad en esta ronda, pero no encarnan definitivamente antes de la tercera gran efusión de vida del Logos planetario, que acaece en medio de la tercera raza. A partir de ese momento se encarnan poco a poco, pero cada vez más, a medida que progresa la raza; la generalidad llega al comienzo de la cuarta raza.
Annie Besant . La sabiduría antigua .