Así es como funciona el ego, como funciona la mente: convierte las cosas en pruebas,
en apoyos, en alimento para sí mismo. El ego es muy sutil y sus modos son muy astutos, y puede convencerte de que tienes razón. Intentará de todas las maneras, de todas las maneras posibles, convencerte de que tiene razón y de que todo lo que está contra él es erróneo. Recuerda, ¡el ego nunca tiene razón! Y cualquier cosa que vaya contra él, no pierdas la oportunidad: usa esa ocasión para destruir tu ego. El momento en que puedas destruir tu ego será el momento de la gran bendición, porque cuando tú no estás, está Dios, y cuando no estás, eres. Ésta es la mayor paradoja de la vida y la existencia: cuando no estás, eres. Por eso Vishnu no quería... Vishnu le dijo al discípulo: «Te resultará muy difícil recompensarme con acciones por lo que acabo de darte libremente.» ¿Por qué? ¿Por qué será tan difícil? Porque el maestro sabe que el discípulo aún está en los sueños, aún está en su ego. De hecho, la idea misma de que «Quiero recompensarte, quiero hacer algo por ti porque tú has hecho tanto por mí» es una idea del ego. Cuando el discípulo ha desechado el ego, ¿quién hay ahí para recompensar? ¿Quién? ¿Quién hay ahí incluso para dar las gracias? No hay nadie. Hay absoluto silencio. Y en ese silencio absoluto el maestro es feliz: el discípulo ha recompensado... con este silencio absoluto.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .