¡Qué aflicción supone para este espíritu que viene a inmolarse en nosotros, saber que es
traicionado no sólo por quien debe colaborar para hacer que se consume el sacrificio, sino también por aquél por el que incluso viene a inmolarse, o sea, por ese Simón que hay en nosotros, por esa piedra angular sobre la cual se debe construir la Iglesia! Pues el espíritu le dice en nosotros: «Simón, Simón, Satán te ha requerido para cribarte, como se criba el trigo; pero yo he pedido por ti, para que tu fe no desfallezca. Cuando te hayas convertido, encárgate de fortalecer a tus hermanos».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .