No puedo más que sonreírme cuando me imagino que pensaras que soy un viejo regañón,
pero no es así, sino que con el coraje necesario debo decirte las Verdades que existen en tus necesidades, para que saques provecho de ello. Cuando me conozcas mejor, no me considerarás, después de todo, ni tan viejo ni tan regañón. Mientras tengas que hacer preguntas constantemente, no encontrarás totalmente abiertas las puertas de la instrucción.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .