La primera y más significativa es que cuando entras en un profundo orgasmo, cuando está

sucediendo el clímax, hay una gran alegría porque en ese momento el sexo desaparece. El sexo te lleva al estado orgásmico, y una vez que ha cumplido su propósito, el sexo desaparece. En el estado orgásmico no queda sexualidad en ti: simplemente estás palpitando y no hay deseo; estás absolutamente aquí-ahora; no hay futuro, ninguna fantasía, ni imaginación, nada. Y cuando sucede el orgasmo, el hombre está solo; puede que la mujer esté ahí, pero él no es consciente de la mujer. Y la mujer está sola; el hombre está ahí, pero ella no es consciente del hombre.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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