El entrelazamiento y consiguiente estabilidad es inevitable en un Universo cuyas líneas de fuerza se

mueven en curva. Y si observamos cómo el estado de Binah era la consecuencia inevitable del reinado de Kjokmah en un Universo curvilíneo podemos ver que el tiempo debe pasar por épocas en que bien sea Binah o Kjokmah los que predominen. Antes de que las líneas de fuerza hubieran completado su circuito del Universo Manifestado y conmenzaran a retornar sobre sí mismos y entrelazarse, todo era Kjokmah y el dinamismo no tenía restricción alguna. Después que Binah y Kjokmah, como primer Par de Opuestos, hubieron encontrado su equilibrio, todo desde entonces perteneció a Binah y la estabilidad fue inmutable; pero Kether, el Gran Emanador, continúa manifestando al Gran Inmanifestado; la fuerza fluye en el Universo y la suma de energías aumenta. Este flujo de fuerza rompe el equilibrio a que se había llegado cuando Kjokmah y Binah actuando y reactuando recíprocamente crearon un estado de equilibrada tensión y se detuvieron. Entonces comienza otra vez la acción y la reacción, y la fase de Kjokmah, en la que la fuerza dinámica predomina, se sobrepone al estado estático de Binah y prosigue el ciclo nuevamente, alcanzándose un nuevo equilibrio entre los Pares de Opuestos, pero muchísimo más completo que el anterior, sobre un arco o espira más elevada, según se denomina evolutivamente, sólo para ser destruído más tarde, conforme el flujo de Kether rompa la balanza en favor del principio kinético en. Así, pues, se verá si Kether es la fuente de todo ser y lo concebimos como supremo bien, como inevitablemente tiene que ser, y si la naturaleza de Kether es kinética o motriz, toda su influencia se inclina siempre a Kjokmah, y, por lo tanto, Binah, el opuesto de Kjokmah, perpetuo opositor a los impulsos dinámicos, tiene que ser considerado como el enemigo de Dios, el Mal. Saturno Satán es; una transición facil y lo mismo es Tiempo Muerte Diablo. En las religiones ascéticas tales como el Cristianismo y el Budismo se encuentra la idea de que la mujer es la raíz de todo mal, porque ella es la que sujeta al hombre a la vida de la forma, por el deseo que inspira. Ellos consideran la materia como la antinomia del espíritu, en una dualidad eterna o insoluble. El Cristianismo se encuentra pronto para reconocer la naturaleza herética de esta creencia cuando se le presenta bajo la forma de Antinomianismo, pero no se da cuenta de que sus propias enseñanzas y prácticas son igualmente antinomianistas cuando consideran la materia como enemigo del espíritu y que, como tal, debe ser vencido y aniquilado. Esta infortunada creencia ha causado tantos sufrimientos a la humanidad en los países cristianos, como las guerras y las pestes.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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