No te sientas culpable, no te enfades. En el momento en que te pilles a

ti mismo in fraganti, simplemente vuelve, sin quejas. Es natural. Hemos estado reprimiendo durante millones de vidas; es solo natural que la mente te distraiga. Dalo por sentado y vuelve, llévate de nuevo a tu centro, una y otra y otra vez. Y poco a poco el tiempo en el centro se volverá cada vez más prolongado, y habrá cada vez menos distracciones. Y un día, de pronto sucede: estás en el centro y no hay distracción. Esto es el éxito. ¿Y por qué se le llama éxito? Porque éste es el punto en el que sabes que eres un dios, que nunca has sido otra cosa, que habías caído en un sueño y soñabas que te habías vuelto un mendigo.

Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .

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