¿Qué entiende usted por cambio total, y cómo puede éste realizarse en nuestro propio ser?
¿Cree usted que puede haber un cambio total si trata de producirlo? ¿Sabe qué es el cambio? Supongamos que es usted ambicioso y ha comenzado a ver todo lo que implica la ambición: esperanza, satisfacción, frustración, crueldad, dolor, desconsideración, codicia, envidia, una falta total de amor. Viendo todo esto, ¿qué hará usted? Hacer un esfuerzo para cambiar o transformar la ambición, es otra forma de ambición, ¿no es así? Implica el deseo de ser alguna otra cosa. Usted podrá rechazar un deseo, pero en ese proceso mismo cultiva otro deseo que también engendra dolor. Ahora bien, si usted ve que la ambición engendra dolor, y que el deseo de poner fin a la ambición también engendra dolor, si por sí mismo ve muy claramente la verdad de esto y no actúa usted sino que le permite actuar a la verdad, entonces esa verdad produce un cambio fundamental en la mente, una revolución total. Pero esto requiere muchísima atención, penetración, discernimiento. Cuando le dicen, como les dicen a todos ustedes, que debe ser bueno, que debe amar, ¿qué es lo que generalmente ocurre? Usted dice: “Tengo que practicar la bondad, tengo que mostrar amor a mis padres, al sirviente, al asno, a todo”. Eso significa que usted está haciendo un esfuerzo para mostrar amor y entonces el “amor” se vuelve muy ostentoso, muy pulcro, como ocurre con esas personas nacionalistas que están eternamente practicando la fraternidad, lo cual es absurdo, estúpido. El origen de estas prácticas es la codicia. Pero si usted ve la verdad del nacionalismo, de la codicia, y deja que esa verdad opere sobre usted, si deja que la verdad actúe, entonces será usted fraternal sin hacer ningún esfuerzo. Una mente que practica el amor no puede amar. Pero si uno ama y no interfiere con el amor, entonces el amor operará.
Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .