Una persona aislada, que se siente sola, no puede relacionarse, porque su necesidad es tan
grande que se aferra, se recuesta sobre el otro. Trata de poseer al otro, porque está continuamente asustada: «Si el otro se va, ¿entonces, qué? Volveré a sentirme aislado.» Por eso existe tanta posesividad en el mundo. Hay una razón para ello. La razón es simple: tienes miedo...; si el otro se va, entonces te quedarás solo, absolutamente aislado. Y eso no te gusta, y te sientes desdichado incluso con la mera idea. Posee al otro, posee al otro tan totalmente que no haya ninguna posibilidad de que el otro se escape de ti. Y el otro también te está haciendo lo mismo; el otro está tratando de poseerte. Por eso el amor se vuelve una cosa miserable. El amor se vuelve política, el amor se vuelve dominio, explotación. Es porque las personas que se sienten solas no pueden amar. Las personas que se sienten solas no tienen nada que dar. Las personas que se sienten solas se explotan mutuamente. Y naturalmente, cuando no tienes nada que dar y el otro empieza a explotarte, te sientes ofendido. Quieres explotar al otro y no que te explote. Ahí es donde entra la política: quieres dar lo menos posible y conseguir lo más posible, y el otro está haciendo lo mismo contigo, y los dos estáis creando desdicha el uno para el otro.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .