SI CAMBIAS TU DESEO DE PODER, no ocurrirá lo que en la fábula de Esopo.
En primer lugar has de entender de dónde surge ese deseo de poder. Surge de tu vacío, de tu sentimiento de inferioridad. La única forma de librarse de ese absurdo deseo de dominar es internarte en tu vacío, ver exactamente en qué consiste. Te has es capado de él viajando por tus ambiciones de poder. Debes aplicar toda tu energía a no torturarte, a no convertir el masoquismo en disciplina. Has de entrar en la nada. ¿Y en qué consiste? En esa nada, en tu nada, florecerán las rosas. Allí encontrarás la fuente de la vida eterna, porque ya no estarás en las garras de un complejo de inferioridad ni tendrás que hacer referencia a otras personas. Te has encontrado a ti mismo. Quienes se sienten fascinados por el poder se apartan cada día más de sí mismos. Cuanto más se aleja su mente, más vacíos se sienten, pero se rechazan las palabras como vacío o nada, y tú has aceptado esa idea en lugar de adentrarte en la belleza de la nada... Es el silencio absoluto, la música sin sonido. No existe alegría comparable con eso. Es pura dicha. Debido a esta experiencia Buda Gautama denominó al encuentro definitivo consigo mismo el nirvana. Nirvana significa «la nada», y cuando te sientas a gusto con tu nada, desaparecerán todos los conflictos, las tensiones, las preocupaciones. Habrás encontrado la fuente de la vida que no conoce la muerte. Sin embargo, quisiera recordarte que no debes llamarlo «poder». Llámalo amor, silencio, dicha, porque ese «poder» está tan contaminado por el pasado que incluso la palabra misma necesita purificarse y tiene connotaciones erróneas.
Osho . El libro del ego .