Muchos hombres viven rodeados de una envoltura de formas de pensamiento cuya presión se

deja frecuentemente sentir. Otros ejercen, también del exterior, una constante sugestión, y cuando son malos, nos creemos tentados por el demonio, mientras que en realidad nosotros somos nuestro propio tentador y nuestros pensamientos de maldad son nuestras propias creaciones.

C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .

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