Si lo encuentra en estas condiciones, éstas son las promesas que le hace y los
favores que le reserva. Como, apenas se abre ante ella el interior del hom- bre, se ve embargada por un arrebato de alegría, no sólo como la madre más cariñosa con un hijo al que no ve desde hace mucho tiempo, sino como el genio más excelso a la vista de la producción más sublime que, en principio, le parece nueva, extraña a su espíritu y, por así decirlo, borrada de su memona; pero que le hace unir el amor más vivo a esta profunda admiración, cuando este sublime genio llega a reconocer que esta sublime producción es su obra.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .