Cualquier especialista, el cirujano, el arzobispo, el cocinero o el plomero, sólo usa una parte

de su cerebro, limitando así su actividad total. El político y el gurú emplean sólo una pequeña parte de la extraordinaria capacidad y energía del cerebro. Esta actividad limitada, parcial, está causando estragos en el mundo. Esa pequeña parte del cerebro es la que funciona en todas las religiones cuando repiten sus rituales, sus palabras sin sentido, sus ceremonias de dos mil o cinco mil años de tradición, como han sido programadas. Algunas lo hacen con gracia usando finas vestiduras, y otras con rudeza. Lo mismo sucede en los círculos del gobierno, la corrupción del poder. La pequeña parte puede acumular un gran conocimiento, pero ese mismo conocimiento sólo fortalece una parte del cerebro. El hombre no puede elevarse jamás mediante el conocimiento, porque éste nunca es completo, siempre está dentro de la sombra de la ignorancia.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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