El hombre poco desarrollado necesita excitarse de una manera análoga. Es menester que la inteligencia
haya evolucionado parcialmente para que empiece a tomar la iniciativa de la acción. Los centros de las facultades superiores (I) (Las siete ruedas. Estos centros se llaman así por el aspecto giratorio que presentan, parecido a las ruedas de fuegos artificiales cuando se ponen en movimiento); emparentados con el funcionamiento independiente de los sentidos astrales, apenas son visibles. En este grado, el hombre necesita toda suerte de sensaciones violentas para su evolución, a fin de sacudir su naturaleza y ejercitarse en la actividad. Los choques violentos, tanto de placer como de dolor, procedentes del mundo externo, son necesarios para despertar y aguijonear la acción que tanto más se acrecienta y favorece, cuanto más numerosas y violentas sean las sensaciones. En este estado primitivo, la calidad importa poco: la cantidad y el vigor son condiciones esenciales.
Annie Besant . La sabiduría antigua .