Cada pensamiento origina, no tan sólo una vibración, sino también una forma definitiva e independiente,
dotada de fuerza y de cierta clase de vitalidad que, en gran número de casos, se conduce exactamente como una entidad con vida momentánea. Esta forma puede, como la vibración, permanecer en el plano mental; pero más frecuentemente desciende al nivel astral, el plano de las emociones, y reproduce su principal efecto.
C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .