El hábito de un pensamiento sereno, sostenido y perseverante, sobre los objetos de meditación y
estudio que no sean mundanos y exteriores, desenvuelve el cuerpo mental y lo mejora como instrumento. El esfuerzo que tiende a cultivar el pensamiento abstracto es igualmente útil, porque eleva al mental inferior hacia el mental superior y atrae sobre sí los materiales más sutiles de su propia región. Gracia a métodos semejantes todo hombre puede cooperar activamente a la evolución de su verdadero ser.
Annie Besant . La sabiduría antigua .