Las nubes estaban muy bajas esta mañana. Había llovido la última noche, no demasiado, pero

eso regó la tierra, la nutrió, la enriqueció. En una mañana como ésta con los cerros flotando entre las nubes y con semejante cielo- cuando uno piensa en la enorme energía que el hombre ha gastado sobre esta tierra, en el vasto progreso tecnológico de los últimos cincuenta años, en todos los ríos más o menos contaminados, en el desperdicio de energía dedicada a este perpetuo entretenimiento... todo eso se ve muy extraño y muy enfermizo.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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