Si no empiezan a comprender la vida mientras son jóvenes, cuando crezcan serán muy feos

internamente, serán torpes, vacuos por dentro, aunque exteriormente puedan tener dinero, viajar en costosos automóviles y darse muchos aires. Por eso es tan indispensable que abandonen la pequeña habitación en que se encuentran y perciban toda la extensión de los cielos. Pero no pueden hacerlo a menos que tengan amor no amor corporal o amor divino, sino sencillamente amor, que implica amar los pájaros, los árboles, las flores, amar a sus maestros, a sus padres y, más allá de sus padres, amar a la humanidad.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

Índice