La relación de ambas constelaciones o más bien su rela¬ción subjetiva, debe tener una base

real, pues de lo contrario no la insinuarían las diversas mitologías. Debe haber algo que las relaciona entre las miríadas de constelaciones, con nuestro sistema solar. Pero nos extraviamos cuando trata¬mos de aplicarla en forma puramente física. En cambio, si la definimos en líneas de la vida subjetiva y la conectamos con la energía, cualidad o fuerza, probablemente tropece¬mos con la verdad y descubramos algo de la realidad subyacente en lo que a primera vista parece una disparatada fábula. Todo cuanto dilate nuestro horizonte y nos permita ampliar la visión y obtener una clara perspectiva de lo que sucede en el proceso evolutivo, será muy valioso, no por lo que valga la acumulación de hechos comprobados, sino por lo que permite acrecentar dentro de nosotros mismos, acre¬centar nuestra capacidad de pensar en términos más am¬plios, ver más allá de nuestro autocentrado punto de vista e incluir en nuestra conciencia aspectos diferentes del nues¬tro. Al hacerlo desarrollamos la conciencia grupal y llega¬mos eventualmente a comprender que los hechos aparentemente maravillosos por los cuales luchamos y morimos, en el transcurso de los siglos, y destacamos como toda verdad, fueron, después de todo, simples fragmentos de un plan y porciones infinitesimales de la gigantesca suma total. Quizás cuando volvamos de nuevo a la tierra y podamos mirar las cosas que tanto nos interesan ahora y tan importantes nos parecen, descubramos cuán erróneos eran los hechos tal como los captamos entonces. Después de todo, los hechos no tienen importancia; no la tienen ahora los hechos del último siglo, y en el próximo siglo los científicos se reirán de nues-tras aseveraciones dogmáticas y se admirarán de cómo observábamos la materia. Lo importante en realidad es el desarrollo de la vida y su relación con lo que la circunda, y aún mayormente el efecto que producimos con quienes estamos asociados y el trabajo que realizamos, que afecta para bien o mal, al grupo al cual pertenecemos.

Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .

Índice